domingo, 3 de julio de 2016

Acta III Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra

Acta III Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra

Reunido el jurado del Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, acuerdan, por unanimidad, otorgar el Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, en su vertiente de  Estética al matador de toros Alejandro Talavante  por su actuación en Las Palomas la tarde del 26 de junio de 2015  por los motivos que a continuación se detallan:
     
Hace no mucho leí que las manos son los instrumentos de los que se vale nuestra mente para tener contacto con las cosas, el instrumento del que se vale nuestra alma para expresarse… En el Antiguo Egipto simbolizaban el poder creador.
      Siempre me fascinaron las manos; son capaces de tocar, escribir, pintar, acariciar, cocinar, comunicar palabras, coser, expresar sentimientos, esculpir…, y torear…

Es evidente que la mano no es autónoma en esta acción, pero es uno de los instrumentos de que se vale el hombre para hacerlo; el otro es la cintura. Y el generador de la acción es el corazón.

      Felipe Sassone dijo: “El toreo al natural es el que se realiza con la mano izquierda, el estoque en la derecha y el corazón en medio…”
      Y yo me dejé el corazón una tarde de abril, hace ya 9 años, en Sevilla cuando viví la catarsis del natural más puro que había visto jamás. Y desde entonces voy buscando cada tarde que Alejandro Talavante vuelva a provocarme el desconcierto gozoso de no creerme lo que mis propios ojos han visto.

Resulta curioso pensar que para la tradición occidental la mano izquierda, la siniestra, la zurda haya sido considerada siempre antinatura, y que para el toreo sea lo lógico, lo consecuente, lo natural, lo perfecto… Claro que si atendemos a la sobrehumanidad del torero, la mano izquierda solo esté reservada para la divinidad…

       La tarde del 26 de junio acudí esperanzada a Las Palomas; quizás aquel  fuera le día…Y mientas avanzaba la faena del sexto toro comprendí que hay muchas formas de torear con la mano izquierda, que cada una de ellas te provoca una inquietud distinta, que la pureza de un natural, de un solo natural, es capaz de revolver  mi alma como no lo hace una perfecta serie tras otra con la derecha. Y que, a cada perfección con la diestra, me apretaba los puños deseando ver  ese cambio de mano por la espalda que hace 9 años me hizo interiorizar definitivamente de qué va esto del toreo…

      Y aunque ese momento no llegó, pude vivir una gran faena de Alejandro Talavante, culminada con unas emotivas bernardinas y la sonrisa del que sabe lo que acaba de hacer, como aquella tarde en el Coso del Baratillo.

      Esa tarde me colmé de la estética que desprendía Talavante a través de todos los hilos de su vestido lila y oro; me sorprendí ante la belleza que puede haber en el camino de una búsqueda, como describe Kavafis en su Regreso a Ítaca, y me deleité en lo sutil y a la vez poderosa que resulta una muleta acariciando el ruedo a compás…

Quizás no vuelva a ver ese cambio de mano…; quizás no vuelva a haber una esquina de Relator con Parras, también una mañana de abril…Pero siempre existirá en mi la Esperanza de volver a vivirlo…

Mientras tanto, gracias por hacerme comprender que el camino es hermoso, que las vísperas son emocionantes… Porque la Esperanza es vivir en las vísperas…

Gracias…




                        Algeciras, 24 de junio de 2016

                        Macarena Pérez Pérez.

lunes, 13 de julio de 2015

Cómo pretendes...?

Tener que soportar que salte al ruedo de Pamplona (o de cualquier plaza de toros) un energúmeno descamisado, coja la montera del matador y le de un patadón...; eso sí, cuando han apuntillado al toro...

Tener que soportar insultos; tener que soportar amenazas y coacciones, agresiones físicas a los profesionales...; tener que soportar que por sus santos cojones no se den toros en La Coruña, aun reconociendo que su pretensión es del todo ilegal; tener que soportar la intolerancia de aquellos a los que se les llena la boca con las palabras "democracia, justicia, respeto..."; tener que soportar que nos llamen asesinos y fachoides de la casta (pues casta, como nosotros lo entendemos nos sobra...)

Tener que soportar que los mismos que defienden a los animales les tiren pintura a la cuadra de un rejoneador; tener que soportar que cada vez que un torero sea herido haya algunos inhumanos que le deseen la muerte...

No voy a dar argumentos para defender los toros; no voy a pretender que esto sea del agrado de todo el mundo; no voy a entrar en qué podríamos hacer para seguir adelante, o si parte de la culpa la tenemos nosotros mismos...; no voy a explicar que creo que el término "asesinato" no tiene cabida en esta argumentación con la que se les llena la boca a algunos;no voy a entrar en discusiones filosóficas sobre el mito del toreo;no voy a volver a explicar que el toro de lidia es una raza creada por y para el hombre y que sin este motivo ni siquiera existiría; no voy a pedir apoyo institucional, ni planes de acción de los gobiernos pertinentes, ni siquiera las medidas judiciales que se pueden tomar...

Ya no voy a defenderme más; ya no voy a dar más explicaciones ni justificaciones ni argumentaciones que ninguna de estas personas se molesta siquiera en escuchar...Ya no...

Déjenos en paz, dejen de hacer el tonto saltando a plazas de toros exhibiendo sus hermosos cuerpos semidesnudos nutridos no precisamente de la recolecta de frutos silvestres...

Y, al final, con tanta protesta, tanta prohibición, tanta persecución, tantas amenazas y tantas tonterías lo que me demuestran es que quizás somos más importantes de lo que creemos..., y de lo que creen...

Cómo pretenden imponer? La razón no la tiene el miedo, la tiene el respeto; y de eso, de respeto, andan bastante cortos señores...Sin respeto...cómo pretendes...?

domingo, 31 de mayo de 2015

Acta II Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra

Reunido el jurado del Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, acuerdan, por unanimidad, otorgar el Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, en su vertiente íntegra,  Épica, Ética y Estética al matador de toros David Galván por su actuación en Las Palomas la tarde del 27 de junio de 2014 y por los motivos que a continuación se detallan:

Esfuerzo, trabajo, dedicación, estudio…

Sustantivos que hoy día parecieran haber desaparecido del vocabulario de multitud de jóvenes que empiezan en esto de vivir.

“Esfuérzate y tendrás tu recompensa…”

Expresión que pareciera haber dejado de tener sentido en los últimos tiempos para infinidad de jóvenes que ven frustradas sus esperanzas en la vida…
Pero a veces hay una excepción…

A veces hay una persona que conoce, asume y pone en práctica el significado de todos estos sustantivos; a veces hay una persona que ve recompensado sus esfuerzos; a veces hay un niño que dice “de mayor quiero ser matador de toros”, y ya no existe para él más mundo, más ansia ni más esperanza que esa…

Los niños que quieren ser toreros se convierten en hombres demasiado pronto. Asumen responsabilidades que sus compañeros de pupitre no tiene: trabajan, se sacrifican, entrenan, se esfuerzan, se caen, esperan, esperan, esperan… y mientras esperan siguen esforzándose y aprendiendo y respetando un mundo que está cargado de muchos más valores que la valentía y la estética. Al contrario de lo que muchos piensan, el mundo del toro está impregnado por la ética del respeto al toro, a la profesión y a lo que representa.

Detrás de cada torero hay días y días de esfuerzo y sacrificio. Y sólo cuando uno se sacrifica es capaz de amar de verdad lo que hace, y es capaz de transmitir este sentimiento a través de la valentía y de momentos para el recuerdo.

Ética, épica y estética… Y estos tres valores los personificó David Galván la tarde del 27 de junio de 2014 en Algeciras.

Imposible separar uno de los otros, en una conjunción perfecta y complementaria: ver tu nombre en un cartel así te carga de responsabilidad, te incita a esforzarte y prepararte aún más si cabe, a sacrificar horas de descanso por ser mejor… Pero es también una recompensa a tus esfuerzos y un escalón más que has subido en tu sueño.
Superar miedos, inquietudes y desvelos hace que cuando uno coge el capote, carga la suerte y recibe por verónicas a su primer toro, de ahí solo pueda salir la estética perfecta de una verónica impoluta. Y es que la belleza sin trabajo solo está al alcance de los dioses que os sirven de inspiración…

Inevitablemente porque David Galván fue ético en su preparación fue estético en su ejecución…

Y cuando uno tiene a dos de los tres valores inherentes al toreo de su lado, te pones delante de tu segundo toro como lo hizo David Galván: con firmeza, con valentía, con emoción, con técnica, con épica…

David Galván demostró que se puede ser ético, estético y épico a la vez; que todavía hay personas que creen en el trabajo y en la dedicación; que hay personas a las que luchar por sus sueños les lleva a seguir adelante superando dificultades; que se puede, que se llega y que se disfruta…

Y esto, es sólo el comienzo…

                                                                                             Macarena Pérez Pérez

                                                                                  Algeciras, mayo de 2015

martes, 28 de octubre de 2014

Gracias...

Hoy me voy a permitir escribir en primera persona...; hoy me voy a permitir recordar desde el "yo" más sincero uno de los momentos más vívidos, emocionantes y bellos de mi (todavía corto) vivir taurino...; hoy quiero dedicar mis palabras a José María Manzanares...
Hoy a las dos de la tarde se ha quedado grabada en mi memoria a fuego, como si no lo estuviera ya, una tarde de Feria en Algeciras en el año 2005...

Hablar de lo que ha significado Manzanares para el toreo desde aquí resulta, cuanto menos, innecesario; hablar de sus grandes faenas, sus logros y sus derrotas, su luz y su oscuridad sería demasiado obvio. Yo quiero otra cosa...Quiero volver a aquella tarde en Las Palomas, quiero volver a sentir el calor que sentí aquella tarde cuando vi lo que se puede hacer con temple, con compás, con pasión, con valor y con arte, con una muleta en la mano izquierda y el mundo entero en los ojos...

Desde que era una niña, embelesada por aquello que ponían en televisión de los toros y los toreros, Manzanares ha estado presente en mis vivencias en esto del toro: sus grandes años, sus "puertas grandes", sus tardes convulsas...Durante 30 años llenó mis tardes de primavera y verano de aprendizaje, de sonidos, de imágenes, de errores y aciertos. No ha sido el único, afortunadamente, pero quizás sí el primero de aquellos a los que vi torear desde la primera consciencia que se tiene de este mundo en irse; y lo primero es lo que marca...
Al igual que contar a un amigo cómo era la apariencia de tu primer amor sin explicar qué sentías al ver a esa persona es como abrir una caja vacía, relatar cómo toreaba Manzanares sin llorar qué sensaciones me invadían no sirve de nada. Y sin querer hacer un índice sin más de palabras sin sentido, vaya una única experiencia como ejemplo...
El 25 de junio de 2005, presencié lo que hasta entonces para mí era algo que sólo existía en mi imaginación. Muchas veces había escuchado hablar de la catarsis colectiva que supone ser testigo de  una faena grandiosa y emocionante, pero nunca la había sentido en mi nuca...; cuando escuchaba las historias de Paco Ojeda en Málaga en el 85, o el indulto de "Comedia" por Emilio Muñoz en Algeciras en el 90, o la primera Puerta del Príncipe de Espartaco me preguntaba a mí misma cómo sería aquello...Y tuvieron que pasar 23 años y 8 meses para descubrirlo...

Tampoco voy a desgranar una faena que es por todos conocida, y a la que el mismo Manzanares se refería como una de las mejores de toda su trayectoria. Simplemente voy a hablar de mis recuerdos, que por recordar sería capaz de precisar hasta mi atuendo esa tarde, al igual que se recuerda qué prendas elegiste de tu armario el día que conociste el amor por vez primera...Yo no conocí esa tarde mi primer amor, pero sí fui consciente de muchas cosas: fui consciente la grandeza que tiene este mundo de poner de acuerdo a miles de personas, de la belleza que puede surgir de una lucha, del valor de la vida y de la muerte,de la satisfacción que puede ocasionarte ser parte, y partícipe, del clímax de un rito tan antiguo como la existencia del hombre y el toro y tan mágico como la Noche de Reyes...; fui consciente de que se puede, y se debe, llorar de desesperación ante tanta emoción contenida en un trozo de tela...
Aquella fue la primera vez de la que tengo consciencia, certeza y seguridad, que lloré en una plaza de toros...Y eso es algo que jamás se olvida (y pido con rabia que jamás se borre de mis recuerdos...)
Hoy, 28 de octubre, y algo más de 9 años después, he vuelto a recuperar ese recuerdo, y para verificar que mi mente no me engañaba, he buscado las imágenes de aquel día y he comprobado que la inocencia sigue intacta, y que se me han vuelto a erizar los vellos de la nuca, como la primera vez que fui a una plaza de toros...

Hoy es un día triste para los que amamos este mundo, pero mientras sentimos el dolor de tu muerte, Joselito, Belmonte, Manolete, Manolo Vázquez, Antonio Ordóñez y Camarón te aguardan para reunirse con uno más de los suyos..
.
Gracias por enseñarme a sentir...; gracias por enseñarme a vivir esto que tanto amo...; gracias por enseñarme a llorar..., como ahora estoy llorando...

Macarena Pérez Pérez

jueves, 21 de noviembre de 2013

El toro III. Vaca...!!!

"La tienta no es una fiesta. Ni una capea. ni un jolgorio. Ni ambas cosas a la vez..."

Esta es la afirmación de Fernando Fernández Román. Y lleva razón.
La tienta de ganado bravo es un acontecimiento de vital importancia para todas las ganaderías.  Es una operación que se realiza con ganado joven, generalmente cuando tienen entre uno y dos años, a fin de probar su bravura, poder y aptitudes para la lidia.
En la antigüedad, los ganaderos utilizaban una prueba muy simple que consistía en colocar en el centro de una corraleta un canasto de mimbre con un muñeco de trapo, se daba suelta al animal y se comprobaba cuantas veces embestía al canasto y al muñeco. Este sistema cayó pronto en desuso y se fueron adoptando otras formas para "probar" los animales.
Las formas clásicas de tentar se reparten entre entre las que se celebran en plaza cerrada y las que se realizan a campo abierto.
La primera operación a realizar en tienta a plaza cerrada es la selección de los animales que se van a examinar. Una vez seleccionados son conducidos a la plaza de tientas donde ya se encontrará un picador montado y con la puya preparada. El ganadero se situará en un sitio desde el que tenga un amplio ángulo de visión para poder captar cualquier detalle. Este estará acompañado por mayorales  que le irán dando datos genealógicos y de identificación de cada uno de los animales seleccionados. El propietario de la vacada irá tomando notas del comportamiento del animal desde que sale a la plaza hasta que es guardado de nuevo.



 Es fundamental que el picador esté colocado contra querencia, es decir, en sentido opuesto al resto del ganado, para evitar que en las reacciones del animal a tentar influyan agentes afectivos externos.

Una vez que está todo dispuesto, el ganadero ordena la suelta del primer animal. Para que todo se desarrolle como debe y para que puedan apreciarse todos y cada uno de los detalles no puede haber interferencias externas, por lo que es necesario silencio y quietud en todos los presentes.

Una vez que el animal se estrelle contra el caballo sufrirá´un puyazo leve, observándose de forma minuciosa la forma en la que empuja y "se crece" al castigo. Los toreros, a instancias del ganadero, retirarán a la vaquilla del caballo y la volverán a poner en suerte para que se repita la operación a la distancia y forma que se estime oportuna.

El número de acometidas y el estilo de pelear con el caballo de picar determinarán una calificación o "nota" de la cual quedará constancia en el libro de notas del ganadero. Es una primera nota, pero no la definitiva, puesto que la prueba final ha de pasarla la becerra ante la muleta del torero.



Una vez superada la prueba con el caballo es el turno para que los toreros invitados por el ganadero prueben a la becerra con los trastos propios del oficio. Estas tientas sirven no solo para que el ganadero compruebe la calidad de su ganado, sino también para que jóvenes toreros vayan tomando contacto con el ganado bravo, sirven de entrenamiento durante los meses en los que no hay temporada regular en España; sirve para volver a torear después de un percance, y a ellas acuden tanto figuras consagradas como muchachos que buscan su primera oportunidad...





Una vez que el animal ha cumplidos su cometido a juicio del ganadero, se ordena su vuelta al campo, y la forma en la que lo haga (rápida huida o siendo reacia a abandonar la paza y la pelea ) terminará de perfilar la nota que se adjudique.
Esto ocurre con las vacas...
Pero hay veces en las que se tientan machos, y aquí las formas cambian un poco. Cuando la tienta es de machos, no se muestra de salida ni capote ni muleta, al eral se le atrae mediante ramas de gran tamaño y se le coloca en suerte para que acuda al caballo. Para sacarlo del caballo, generalmente se hace "coleando" al animal. El becerro que se aprueba debe responder a las exigencia morfológicas de su encaste o reata, tener hechura armónica e inequívoco aspecto machuno. Una vez reunidas estas cualidad pasa por el caballo, y en caso de pasar la prueba con nota satisfactoria, puede ser toreado antes de echarlo a las vacas. En caso contrario pueden pasar dos cosas: que vuelva al campo sin ser toreado para pasar a formar parte de la camada, o ser aprovechado para la práctica del torero "quemándolo", es decir, inutilizándolo para la lidia.
De forma muy ocasional, alguna vez algunos de los toros que se han ganado el indulto durante la lidia ordinaria, son "tentados" y toreados en las ganaderías una vez se han recuperado para comprobar de nuevo las cualidades del animal, hecho que ha de producirse en todo caso pasado un tiempo considerable desde su indulto.
En cuanto a los criterios que el ganadero tiene en cuenta a la hora de poner nota a los ejemplares, sirva este ejemplo...



Existe otra forma de tentar, a campo abierto...
En este apartado nos encontramos con el acoso y derribo. Una vez seleccionados los ejemplares para el acoso y derribo, a cada animal lo perseguirá una collera, es decir, dos jinetes, armados con garrochas que irán acelerando progresivamente el galope hasta que uno de ellos, el de la derecha, se adelanta en carrera y le clava la garrocha en un lugar de los cuartos traseros del animal próximo a la penca del rabo, obligándole a caer. Cuando la res se levanta, el otro caballista o amparador, efectuará el correspondiente quite, evitando al propio tiempo la huida del recién derribado. La operación se repite varias veces, cambiándose las funciones de los integrantes de la collera, pasándose a continuación a la prueba del picador, colocado en medio del campo, contra querencia...


En algunos casos se torea a campo abierto, ofreciéndonos un espectáculo de enorme belleza, y en absoluto carente de dificultad...



Y esto ya es rizar el rizo...Aunque desde donde les escribo esta escena ya la hemos vivido antes...



Ensoñaciones a un lado, el hecho es que la tienta es una operación trascendental para una ganadería de bravo, siempre que el ganadero sea consciente de que su criterio servirá de base para la conservación y depuración de los valores biológicos específicos del toro bravo. Todo criador de reses bravas debe tratar la tienta con la máxima atención posible. Se trata de perfilar el futuro de la ganadería partiendo de las raíces del pasado, es decir, de seleccionar los elementos que garanticen la continuidad de la especie, en función de la carta genealógica y de las exigencias del aficionado.
A través de la tienta, el ganadero conserva o depura el encaste o encastes originarios de su ganadería...Pero como el tema de los encastes es bastante amplio, mejor lo dejamos para otro día...
Pasada la tienta, el destino del animal, vaca o macho, ya está elegido...



viernes, 25 de octubre de 2013

El toro II.El campo

Ahora que ya saben cómo es el toro de lidia, al menos en lo concerniente a su aspecto físico, porque aún no hemos hablado de su comportamiento, déjenme que les explique cómo es la vida del toro en el campo…
El toro bravo es un producto del hombre, como ya hemos dicho; y por esta misma razón no es fruto de la casualidad. Cada uno de los toros que se lidian cada temporada tiene una historia en el campo; tiene un férreo seguimiento desde que a su madre la cubre uno de los sementales elegidos por el ganadero para “padrear”…Pero estas vacas que van a ser madres también han sido seleccionadas previamente en las tientas de vacas…
Por dónde empezar entonces? Por la elección de los progenitores, por el nacimiento  del futuro semental…?Cuál es el principio y cuál el fin…?Pues como en el toreo todo es un círculo perfecto, tenemos un problema…Si les parece empecemos por el nacimiento…
A la edad de 3 años, las vacas “de vientre” que han sido aprobadas por el ganadero en las tientas están listas para concebir. El periodo de gestación dura aproximadamente nueve meses, y si la época de cubrición suele ser, de forma general, la primavera, los partos tendrán lugar en época invernal. En el ganado bravo son poco frecuentes los partos múltiples, y en el caso de que así fuera, los dos becerros deberán ser del mismo sexo, pues si fueran hembra y macho, la madre quedaría estéril. Por lo general la madre, llegado el momento del alumbramiento se aparta a un lugar que considere seguro para dar a luz, y  a los pocos minutos de nacer el “choto” ya está de pie y alimentándose  por el método más antiguo y natural: mamando.




El ganadero , mayoral y los vaqueros están pendientes de cada uno de los alumbramientos de las vacas “ de vientre”; y no solo por seguridad de los animales, sino porque todas las ganaderías llevan, y han de llevar por ley, un registro exhaustivo de cada uno de los nacimientos, así como la anotación de los mismos en los registros genealógicos de las ganaderías. A la hora de ser lidiados los toros, o “echadas” a los sementales las vacas de vientre debe saberse con exactitud su procedencia filogenética, es un requisito indispensable en ambos casos: en el de las vacas para asegurarse la continuidad de los fenotipos y genotipos buscados por el ganadero; y en el caso de los toros y novillos de plaza porque cada animal debe tener una identidad fácilmente comprobable para evitar fraudes, por ejemplo, en la edad del animal.
Debido a estas necesidades, al poco de nacer el choto es apartado por unos instantes de su madre para colocarle lo que se conoce con el nombre de “crotal” en las orejas. El crotal es una identificación que se le coloca al animal en la oreja, para conocer los datos de explotación de origen del animal. La información que contiene es un dígito de control, el código de la región, el código de la explotación, el número del animal, etc. Además de esto, se anota también el sexo de la criatura, su filiación, su fecha de nacimiento, su capa y sus posibles marcas distintivas.




Cuando el animal vuelve con su madre permanecerá junto a ella aproximadamente unos diez meses, y entonces tiene lugar el “destete”. Se separaran madres e hijos para siempre…Es ésta una labor complicada, no hemos de olvidar que las vacas son bravas y van a defender a su descendencia con ferocidad…Los vaqueros a caballo, y normalmente ayudados por perros y bueyes conducirán a todos los casi añojos ya a un corral del que, uno a uno, serán sacados para que tenga lugar el herradero.
Hay dos formas de llevar a cabo el herradero. Actualmente se suele conducir a los añojos a un cajón que les limita la movilidad y que presenta unas aberturas que facilitan el acceso a lugares específicos de la anatomía del animal, y que salvo algunas excepciones, como en la ganadería de Baltasar  Ibán, suele ser la parte derecha del animal, ya que en esta se encontrarán las marcas que se pueden apreciar en los toros cuando los vemos en el ruedo. Estas marcas se realizan con unos hierros candentes (de ahí herradero), que queman el pelaje del animal y que dejarán unas marcas en su cuerpo de por vida. Se trata de cuatro marcas específicas y cada una tiene un significado…



Las dos más conocidas son el hierro de la ganadería, es decir el “símbolo” con el que a simple vista podemos identificar a qué ganadería pertenece cada toro. El hierro de la ganadería se sitúa sobre la pata o anca del animal; en el costillar se sitúa el número del animal, cuya numeración dependerá del número de cabezas de ganado que tenga el ganadero o del guarismo que le corresponda, entre otros factores. Encima del hierro, se colocará el distintivo de la asociación ganadera a la que pertenece el criador, encontrándose varias en el Península (hecho que ya detallaremos más adelante). La última marca se sitúa sobre la mano derecha, y es un único número, el guarismo perteneciente a la última cifra del año en el que ha nacido el animal. Hay que destacar aquí que el año ganadero no se corresponde con el año natural, de manera que el ganadero comprende desde septiembre a agosto, de manera que un becerro nacido en noviembre de 2012 llevará estampado en la paletilla el guarismo 3, lo mismo que otro nacido en mayo o agosto de 2013.



Así mismo se procede a hacer unas marcas características en las orejas del becerro que también servirán para su identificación.





Hasta hace relativamente poco tiempo, el herradero se realizaba de una forma menos “mecánica”: los becerros eran reducidos uno a uno por los vaqueros, hombres, y en algunas ocasiones hasta niños, y quedaban inmovilizados en el suelo mientras se les herraba con los hierros que habían sido calentados en unas brasa de una hoguera de leña…Este  era uno de los momentos de “fiesta” de una ganadería y también, por qué no, de iniciación de los más pequeños de la casa en este mundo, al igual que la desparasitación de los becerros…Las tradiciones…















Poco después del año, se separan las hembras y los machos, ya que alrededor de los 16 meses  alcanzan ya cierta madurez sexual. Las reses irán creciendo y según su edad se les llamará: añojos (1 año), erales (2 años), utreros (3 años), cuatreños (4 años) y cinqueños (5 años).
En general la vida en el campo de un toro es extremadamente pacífica y sosegada, salvo en momentos esporádicos de excitación. El toro es una animal que vive en manada con sus hermanos, que los busca y se siente seguro estando entre sus iguales; de esta forma, un toro solo en el campo, al sentirse amenazado tiene mucho más peligro que estando al cobijo de la manada.











 
Desde el momento en el que machos y hembras son separados, reciben unos cuidados específicos de alimentación, saneamientos y ejercicio para que estén sanos y fuertes. Es normal que se haga correr a los toros a diario; para ello existen unos “correderos”, siempre a contra querencia del toro, por los que los vaqueros corren y persiguen a los toros dejándolos tranquilos para su vuelta. De esta forma, el toro elimina el posible exceso de grasa, fortalece músculos y huesos y prepara su corazón para el momento en el que sean lidiados en una plaza de toros.



         Y entonces volvemos al principio de todo esto…Cuando los animales han alcanzado ya cierta edad, el ganadero seleccionará alguno de ellos para “probarlos”, para comprobar si son aptos para la lidia, para comprobar si sus criterios de selección han sido los adecuados y son acertados…Aquellos animales que superen esta selección serán los encargados de continuar, de una u otra forma,  la labor del ganadero de crear el toro bravo perfecto…

Pero de las maneras de probar nos ocuparemos en la siguiente entrega… 

jueves, 3 de octubre de 2013

El toro I

Si no hay toro, no hay nada…
Es por eso que lo primero que debemos analizar es qué es un toro de lidia, un toro bravo…
Obviamente todo el mundo sabe lo que es un toro; todos sabemos que es un mamífero cuadrúpedo que presenta un par de astas como defensas…Hasta ahí todo está claro. Pero en el toro bravo encontramos muchas particularidades; y la primera de ellas es que ha sido “buscado” por el hombre desde hace siglos para que tenga unas características definidoras y diferenciadoras del resto de bovinos. Es decir, es producto de una selección de rasgos físicos y de comportamientos  para llegar a un fin determinado, que es la lidia de este animal.
Pero de esta selección y de las distintas castas tradicionales y actuales del toro ya nos ocuparemos más adelante. Lo primero de todo es saber distinguir, saber apreciar, saber cómo es la apariencia de este animal, y para ello hay que empezar por el principio.
El cuerpo del toro está dividido en tres tercios: anterior, medio y posterior. EN el primero de ellos adquiere capital importancia la cabeza, donde se encuentran las astas del toro, que les sirven de defensa. En medio de estas defensas se encuentra el testuz, y a todo este conjunto se le conoce con el nombre de “cuna”, de donde proviene además el término “encunado”; un torero resulta encunado cuando sufre una cogida y queda situado entre las astas y apoyado en el testuz.
Otra de las partes de la cabeza que tiene gran importancia son los ojos. El toro es un animal de miopía congénita, debido fundamentalmente a la distancia que separa sus ojos. Debido a este hecho, el toro tiene un ángulo muerto de visión que va aumentando a medida que el objeto observado se va alejando en línea a la dirección unilateral de la mirada…Dicho de otra manera: el toro es más peligroso si te ve de forma lateral a si lo hace de frente….Cuál es la manera de que el toro te vea de frente? Muy fácil, cruzándote con él…Entonces, el torero que se cruza lleva a cabo un toreo ventajista…? Por qué se le exige al torero que se cruce si aparentemente este hecho ofrece menos peligro…?En primer lugar porque el toreo actual exige el “cruzarse”; en segundo lugar, porque si bien es cierto que el toro tiene menos capacidad de visión, tiene más capacidad de reacción y más certeza en su derrote. Estando cruzado con el toro, y de frente a él, se está más cerca del animal, y cualquier estímulo puede hacer que el toro se defienda, y a esa distancia el peligro es más que evidente…Pero, consideraciones aparte, hay un hecho cierto: el toro tiene una visión binocular, que en horizontal, es solo de 20º grados.

El cuerpo del toro se compone de las siguientes partes, comenzando por su arranque en la cabeza: zodete o inserción, mazorca, pala y pitón. Cuando hablamos de los pitones del toro es fácil entrar en polémicas de afeitado,  fundas, toques…Pero eso es algo que ahora mismo no debería importarnos; lo que aquí nos ocupa es saber cómo denominamos a los toros en función del aspecto de los cuernos…Pues bien, la lista de términos es amplia, y no es intención de la que aquí escribe aburrir y cansar antes de tiempo. Véanlo ustedes mismos…


Estos son solo algunos de los términos que se emplean, encontrándose también en esta lista otros como engatillado, mogón o astillado…Para los más curiosos, una web bastante ilustrativa…http://www.galeon.com/contrabarrera/toro.htm#cuernos
Otro aspecto a tener en cuenta son las “hechuras” del toro, la apariencia que tiene su cuerpo...


Cuando leemos un crónica de un festejo o un programa de mano, podemos observar que “el color” de los toros está especificado. Los toros no son de colores…Tienen capas y pintas distintas, particularidades tanto en el pelaje de su cuerpo como en el de su cabeza.
Podemos encontrar por tanto capas simples (colorado, castaño, jijón, negro mulato…), capas compuestas por pintas en el tronco y en la cabeza (cárdeno, entrpelado, burraco, berrendo, listón, sardo, lucero, llorón, bocinegro…) Hay multitud de combinaciones posibles; y estas combinaciones so producto, y también objeto de la selección de la que hablábamos antes. Para muestra…


Si quisiéramos especificar cada una de los pelajes, capas y pintas que puede presentar los toros mucho me temo que no acabaríamos nunca…
Pues hasta aquí lo relativo a la forma y la apariencia del toro…
En breve hablaremos del toro en el campo, de las distintas castas y procedencia de los toros, es decir, por qué se parecen entre sí algunos toros de ganaderías distintas. Hablaremos de por qué embiste el toro y del comportamiento del toro, y de muchas más cosas…
Hasta entonces, y para saciar curiosidades…

De COSSIO, José María, Los Toros. Tratado técnico e histórico, tomo I.

FERNÁNDEZ ROMÁN, Fernando, Los toros contados con sencillez. Ed. Maeva, 2001