domingo, 3 de julio de 2016

Acta III Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra

Acta III Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra

Reunido el jurado del Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, acuerdan, por unanimidad, otorgar el Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, en su vertiente de  Estética al matador de toros Alejandro Talavante  por su actuación en Las Palomas la tarde del 26 de junio de 2015  por los motivos que a continuación se detallan:
     
Hace no mucho leí que las manos son los instrumentos de los que se vale nuestra mente para tener contacto con las cosas, el instrumento del que se vale nuestra alma para expresarse… En el Antiguo Egipto simbolizaban el poder creador.
      Siempre me fascinaron las manos; son capaces de tocar, escribir, pintar, acariciar, cocinar, comunicar palabras, coser, expresar sentimientos, esculpir…, y torear…

Es evidente que la mano no es autónoma en esta acción, pero es uno de los instrumentos de que se vale el hombre para hacerlo; el otro es la cintura. Y el generador de la acción es el corazón.

      Felipe Sassone dijo: “El toreo al natural es el que se realiza con la mano izquierda, el estoque en la derecha y el corazón en medio…”
      Y yo me dejé el corazón una tarde de abril, hace ya 9 años, en Sevilla cuando viví la catarsis del natural más puro que había visto jamás. Y desde entonces voy buscando cada tarde que Alejandro Talavante vuelva a provocarme el desconcierto gozoso de no creerme lo que mis propios ojos han visto.

Resulta curioso pensar que para la tradición occidental la mano izquierda, la siniestra, la zurda haya sido considerada siempre antinatura, y que para el toreo sea lo lógico, lo consecuente, lo natural, lo perfecto… Claro que si atendemos a la sobrehumanidad del torero, la mano izquierda solo esté reservada para la divinidad…

       La tarde del 26 de junio acudí esperanzada a Las Palomas; quizás aquel  fuera le día…Y mientas avanzaba la faena del sexto toro comprendí que hay muchas formas de torear con la mano izquierda, que cada una de ellas te provoca una inquietud distinta, que la pureza de un natural, de un solo natural, es capaz de revolver  mi alma como no lo hace una perfecta serie tras otra con la derecha. Y que, a cada perfección con la diestra, me apretaba los puños deseando ver  ese cambio de mano por la espalda que hace 9 años me hizo interiorizar definitivamente de qué va esto del toreo…

      Y aunque ese momento no llegó, pude vivir una gran faena de Alejandro Talavante, culminada con unas emotivas bernardinas y la sonrisa del que sabe lo que acaba de hacer, como aquella tarde en el Coso del Baratillo.

      Esa tarde me colmé de la estética que desprendía Talavante a través de todos los hilos de su vestido lila y oro; me sorprendí ante la belleza que puede haber en el camino de una búsqueda, como describe Kavafis en su Regreso a Ítaca, y me deleité en lo sutil y a la vez poderosa que resulta una muleta acariciando el ruedo a compás…

Quizás no vuelva a ver ese cambio de mano…; quizás no vuelva a haber una esquina de Relator con Parras, también una mañana de abril…Pero siempre existirá en mi la Esperanza de volver a vivirlo…

Mientras tanto, gracias por hacerme comprender que el camino es hermoso, que las vísperas son emocionantes… Porque la Esperanza es vivir en las vísperas…

Gracias…




                        Algeciras, 24 de junio de 2016

                        Macarena Pérez Pérez.

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