Acta III Trofeo Taurino 3E
Caseta La Nuestra
Reunido
el jurado del Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, acuerdan, por unanimidad,
otorgar el Trofeo Taurino 3E Caseta La Nuestra, en su vertiente de Estética al matador de toros Alejandro
Talavante por su actuación en Las
Palomas la tarde del 26 de junio de 2015
por los motivos que a continuación se detallan:
Hace no mucho leí que las manos son los instrumentos
de los que se vale nuestra mente para tener contacto con las cosas, el
instrumento del que se vale nuestra alma para expresarse… En el Antiguo Egipto
simbolizaban el poder creador.
Siempre me fascinaron las manos; son
capaces de tocar, escribir, pintar, acariciar, cocinar, comunicar palabras,
coser, expresar sentimientos, esculpir…, y torear…
Es evidente que la mano no es autónoma en esta acción,
pero es uno de los instrumentos de que se vale el hombre para hacerlo; el otro
es la cintura. Y el generador de la acción es el corazón.
Felipe Sassone dijo: “El toreo al natural es el que se realiza con la mano izquierda, el
estoque en la derecha y el corazón en medio…”
Y yo me dejé el corazón una tarde de abril,
hace ya 9 años, en Sevilla cuando viví la catarsis del natural más puro que
había visto jamás. Y desde entonces voy buscando cada tarde que Alejandro
Talavante vuelva a provocarme el desconcierto gozoso de no creerme lo que mis
propios ojos han visto.
Resulta curioso pensar que para la tradición
occidental la mano izquierda, la siniestra, la zurda haya sido considerada
siempre antinatura, y que para el toreo sea lo lógico, lo consecuente, lo
natural, lo perfecto… Claro que si atendemos a la sobrehumanidad del torero, la
mano izquierda solo esté reservada para la divinidad…
La
tarde del 26 de junio acudí esperanzada a Las Palomas; quizás aquel fuera le día…Y mientas avanzaba la faena del
sexto toro comprendí que hay muchas formas de torear con la mano izquierda, que
cada una de ellas te provoca una inquietud distinta, que la pureza de un
natural, de un solo natural, es capaz de revolver mi alma como no lo hace una perfecta serie
tras otra con la derecha. Y que, a cada perfección con la diestra, me apretaba
los puños deseando ver ese cambio de
mano por la espalda que hace 9 años me hizo interiorizar definitivamente de qué
va esto del toreo…
Y aunque ese momento no llegó, pude vivir
una gran faena de Alejandro Talavante, culminada con unas emotivas bernardinas
y la sonrisa del que sabe lo que acaba de hacer, como aquella tarde en el Coso
del Baratillo.
Esa tarde me colmé de la estética que
desprendía Talavante a través de todos los hilos de su vestido lila y oro; me
sorprendí ante la belleza que puede haber en el camino de una búsqueda, como
describe Kavafis en su Regreso a Ítaca,
y me deleité en lo sutil y a la vez poderosa que resulta una muleta acariciando
el ruedo a compás…
Quizás
no vuelva a ver ese cambio de mano…; quizás no vuelva a haber una esquina de
Relator con Parras, también una mañana de abril…Pero siempre existirá en mi la
Esperanza de volver a vivirlo…
Mientras
tanto, gracias por hacerme comprender que el camino es hermoso, que las
vísperas son emocionantes… Porque la Esperanza es vivir en las vísperas…
Gracias…
Algeciras, 24 de junio
de 2016
Macarena Pérez Pérez.